Se ordenó sacerdote a los veinte años, y ejerció en Arantzazu desde 1967; fue portavoz del santuario durante muchos años. También fue director de la revista Arantzazu, y responsable del programa de EiTB Egi bidean desde 1988 hasta su fallecimiento.
Desde joven escribía en euskera. Cuando estaba en Olite (Navarra), participó en la revista Gure izarra, y después en la revista Jakin. Asimismo, participó en el Congreso de Arantzazu (1968), en el que se establecieron las bases del euskera unificado.
Realizó una gran tarea como traductor dentro de la orden franciscana, y en las diócesis vascas. Para reconocer ese trabajo, EIZIE lo nombró socio honorario en 2002.
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08/12/2020